Se trata de un proyecto solidario y ambiental de reciclaje de tapones de botellas, destinado a facilitar a niñas y niños sin recursos un tratamiento médico no reglado en el sistema sanitario o aparatos ortopédicos para paliar los problemas físicos que puedan sufrir.
Se puso en marcha en el 2011 gracias a la familia de un niño de Bilbao, Iker, que se convirtió en un equipamiento adaptado que el pequeño necesitaba para poder mantenerse de pie.
La iniciativa quiere también servir para concienciar a la sociedad sobre la facilidad de realizar acciones solidarias y humanitarias con un sencillo gesto como es guardar los tapones de plástico en lugar de tirarlos a la basura.
Os instamos a recogerlos también vosotros y depositarlos en nuestro contenedor!!